
Es todo acto que produzca daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a una persona y puede ocurrir tanto en público como en privado.
Se dice que hay violencia Física cuando una persona es atacada en su cuerpo, con la mano, con el pie o con cualquier objeto.
Ocurre violencia Psicológica o emocional a través de palabras, actitudes y comportamientos que ofenden, humillan, asustan o atentan contra la autoestima de las personas.
Hay violencia Sexual cuando una persona es obligada por otra a realizar actos sexuales que no desea.
Se habla de violencia Económica cuando a la persona se le quita el dinero que gana, se le impide gastarlo en beneficio propio o de su familia o se le niega, para controlar su independencia.
Las amenazas y la intimidación también son formas de violencia.
Cualquier persona puede ser víctima de violencia sin importar su edad, raza, nivel económico, educativo o social.
Una situación de violencia se puede presentar entre la pareja, de los padres hacia los hijos o viceversa, entre hermanos, amigos, vecinos y desconocidos.
En una relación de pareja una persona puede vivir una situación de violencia cuando la otra:
La golpea, empuja, muerde o le da bofetadas
La amenaza con hacerle daño o a sus hijos, familiares o amigos
Se enoja con facilidad
La “protege” demasiado
Se pone celoso/a sin motivo
Controla su tiempo, sus actividades, sus amistades
No le permite trabajar o estudiar
Le impide ver o visitar a su familia o a sus amigos
Destruye las pertenencias o aquellas cosas con valor sentimental para la otra persona
Controla las finanzas de la familia y obliga a que le rindan cuentas de los gastos
La obliga a participar en actos sexuales que no desea
La insulta, humilla o le hace sentir inútil y sin importancia
No reconoce ni valora el trabajo doméstico que realiza
En caso de una agresión es necesario buscar ayuda
Además de buscar ayuda médica y sicológica, la persona agredida puede acudir a una Comisaría de Familia para que le brinden Medidas de Protección de carácter urgente, como:
Expulsar al agresor de la casa
Retirar ropa y elementos indispensables de la persona agredida
Resolver provisionalmente la custodia y cuota de alimentos de los/las menores de edad
Obtener protección de la Policía
Las medidas de protección se pueden tomar siempre y cuando se pongan en conocimiento de la Comisaría de Familia dentro de los 30 días siguientes a la ocurrencia de los hechos de violencia.
Al momento de acudir a la Comisaría de Familia, insista en que se trata de un caso de VIOLENCIA INTRAFAMILIAR, no de un simple conflicto. Si es violencia intrafamiliar la Comisaría está obligada a proceder con más rapidez. Dentro de las 4 horas siguientes se deben ordenar las medidas de protección a favor de la persona denunciante y se debe citar a una audiencia a la mayor brevedad.
Para denunciar se requieren pruebas, por lo tanto entre menos tiempo pase, más fácil será conservar las evidencias.
Acuda lo más pronto posible a:
Comisaría de Familia, Inspección o Estación de Policía, Fiscalía del barrio o localidad en que ocurrió el hecho.
En todos los casos de violencia se puede denunciar ante la Fiscalía u otra autoridad para que le remitan a Medicina Legal.
En Bogotá existen las Unidades de Atención a Delitos Sexuales y Lesiones Personales y las Unidades de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía que atienden las 24 horas.
Es aquella que se realiza contra los miembros de su propia familia.
La violencia al interior de la familia tiene múltiples manifestaciones y consecuencias:
Altera la salud física y mental de quien la soporta
Afecta su autoestima
Causa depresión
Puede producir graves e irreparables lesiones físicas y emocionales en una persona y en quienes la rodean.
Denunciar la violencia intrafamiliar es importante para:
Pedir la custodia de los hijos
Solicitar la privación o suspención de la patria potestad
Demandar el divorcio, separación de cuerpos y de bienes de la pareja
Buscar que se castigue a la persona agresora
La violencia es un problema de salud, por esto al sistema de salud le corresponde detectar los casos y hacer las remisiones a los servicios y entidades que puedan ofrecerles orientación y ayuda a las personas agredidas.
La violencia es un problema de salud, por esto al sistema de salud le corresponde detectar los casos y hacer las remisiones a los servicios y entidades que puedan ofrecerles orientación y ayuda a las personas agredidas.
La violencia contra las mujeres ha estado presente en forma silenciosa en los consultorios médicos, en parte por la vergüenza y el dolor que significan hablar de ella, pero también porque ese silencio se ha dado en todos los ámbitos públicos y privados.
Las mujeres la han padecido durante siglos y ha sido una forma de mantener las relaciones desiguales de poder, que tradicionalmente han favorecido a los varones y les han permitido acallar las voces, el llanto, el sentir y los deseos de las mujeres.
Muchas mujeres mueren como consecuencia de los ataques de sus esposos, novios, compañeros, amantes, otras quedan mutiladas, inválidas, ciegas, sordas; otras sufren las consecuencias del abuso sexual y a otras, los efectos en su autoestima las hacen perder años de vida y felicidad.
En Colombia
Una de cada dos mujeres ha sido víctima de violencia física por parte del esposo o compañero.
Dos de cada diez mujeres han sido violadas
Algunas mujeres que han recibido golpes por parte del esposo o compañero han quedado con lesiones como huesos rotos, heridas profundas, dolores fuertes, e incluso han tenido abortos como resultado de los golpes.
Datos ENDS (2000) – Encuesta Nacional de Demografía y Salud de Profamilia.
Si una mujer (niña, adolescente o mayor) es víctima de violencia, Profamilia además de los servicios de salud sexual y reproductiva, le ofrece:
Orientación General
Consulta Médica especializada en violencia intrafamiliar
Asesoría sicológica
Asesoría jurídica en Bogotá, Cali, Medellín y Bucaramanga.
Consulta de sexología (en Bogotá)
Llame desde cualquier lugar del país a nuestra línea gratuita 01 8000 1 10 900 donde le ofrecerán información sobre el lugar al que debe dirigirse para pedir ayuda, denunciar al agresor y solicitar medidas de protección.
Si necesitas más información sobre este u otros temas de salud sexual o quieres consultar preguntas frecuentes de los y las jóvenes sobre sexualidad has CLIC AQUÍ o si tienes una pregunta, puedes escribir a info@profamilia.org.co que en un lapso de 24 horas te la responderán vía correo electrónico, o llamar desde cualquier lugar del país a la línea de información gratuita 01 8000 110 900

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